Desde esta Izquierda Española, por poner un ejemplo, se apoya la eliminación de la estatua de Cristobal Colón en Barcelona, por ser el precursor del 'malvado y genocida' Imperio Español, pero al mismo tiempo admiran a los Romanos, a los Vikingos o a los Eslavos. Hasta llevan simbología de estos pueblos. La mayor parte de estos movimientos Izquierdistas carecen de un aspecto del pensamiento llamado: PERSPECTIVA HISTÓRICA NEUTRAL; que, gracias a ella, se nos permite entender la historia y COMPRENDERLA. ¿Alguno de ellos apoya la insensatez de derrumbar toda ruina Romana en España, por el mero hecho de haber masacrado a los Íberos? Claro que no, entonces ¿por qué se quiere eliminar una estatua de Colón? La historia no está ahí para utilizarla en beneficio propio, para juzgarla, ni muchísimo menos para actuar de manera política, sino para comprenderla y, desde ella, tener en cuenta su peso, sus motivos, y entender que forma parte de nosotros. Muchos detestarán la Hispanidad, pero les pese lo que les pese, nosotros somos la Hispanidad. Esto que voy a comentar también es así, pero ninguno de vosotros habéis visto quejas hacia ello, jamás; nosotros también somos Roma. Nosotros también somos Visigodos. Nosotros también somos Celtas. Nosotros también somos Íberos y nosotros también somos Al-Andalus (quizá en este último algunos sí se quejan bastante).
Este peso es lo que nos conforma como pueblo, como identidad colectiva referente a la historia, no a las clases. En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels mencionan que 'el proletariado no tiene patria'. Claro que no la tiene, en el sentido de CLASES SOCIALES, y Marx y Engels eran bien conscientes de esto. El proletariado Inglés del siglo XIX no tenía patria en el sentido material, en el sentido social, político. Con esa oración, Marx y Engels hacen referencia a que la causa obrera es INTERNACIONAL, es decir, que las CONDICIONES que explotan a los trabajadores son internacionales, no son concretas y específicas de un país como tal, sino que es MUNDIAL. Esta oración tan famosa, certera y tan verídica, ha sido mal-empleada, ha sido fatídicamente utilizada por la Izquierda Española para justificar su odio a España, ignorando al mismo tiempo lo que Marx y Engels tanto reivindicaban, que es el peso de la historia, PERO, desde el punto de vista histórico, claro que tenemos patria, ya que el peso del movimiento histórico recae en nosotros tal y como una vez se conoce que fuimos. El proletariado Inglés del Siglo XIX es Britano, es Anglo, es Sajón, y hasta en parte es Vikingo. El proletariado Español es Íbero, es Romano, es Visigodo y por supuesto, es Andalusí. El proletariado Mexicano es Azteca, es Maya, es Caribe y hasta es Taíno. NO se debe malinterpretar las palabras y afirmaciones de Marx y Engels, de lo contrario, tenemos la Izquierda que tenemos.
Ahora bien, ¿por qué no es bueno detestar la historia? La respuesta es concreta y puede ser realmente extensa, pero no quiero que el lector esté leyendo esto hasta que el sol se esconda en lontanaza. Detestar la historia de manera tan fortuita conlleva no saber proseguir con el legado de un país ni conocer de dónde venimos. Esto no es una tontería, aunque suena a ello. Muchas capas superficiales de la Izquierda están más que dispuestas a hacer una 'revolución' mientras, al mismo tiempo, aceptan derrumbar gran parte de la historia Española cuyo peso es RELEVANTE para entender qué se ha de hacer y cómo se ha de proseguir en cuestiones políticamente Izquierdistas. Todos estos ineptos anti-España a su vez, son admiradores de la Revolución Rusa de Octubre, y en la revolución bolchevique en ningún momento se derrumbó el pasado Eslavo del pueblo Ruso. Al contrario, se adaptaron las canciones eslavas a nuevas melodías soviéticas. Estos grupos superficiales de la Izquierda Española se quedarían con la boca abierta si supiesen que la música soviética originariamente, es música eslava, a la que le cambiaron el mensaje por otro revolucionario o bien, le pusieron letra. Ser de Izquierdas, ser Marxista y hasta ser Anarquista NO es odiar y detestar el pasado de un país, todo lo contrario, es entender, comprender y saber que la historia tiene un peso relevante y determinante.
Esto no tiene nada que ver con el Nacionalismo, al que por supuesto, le dedicaré una próxima entrada, bien explicado.
A nivel internacional, la Izquierda Española es llamativa por este hecho en particular. Si observamos a la Izquierda Francesa, veremos que no odian su pasado histórico. La Izquierda Francesa, irónicamente, tiene como referencia y como peso a la Revolución Francesa, que si tenemos unos mínimos de conocimiento, sabremos que la Revolución Francesa no fue una revolución proletaria, no fue una revolución del pueblo, de las gentes, nada que ver; sino más bien fue una revolución burguesa en toda regla. No sólo eso, la Revolución Francesa tuvo errores de concepción tales, como establecer el famoso 'gobierno de la razón', ¡sin definir realmente qué es la razón!. Esto daba lugar a una interpretación libre y llena, repleta de fallos y errores a la hora de actuar y juzgar, es decir, fue un desastre moral y por supuesto, ético. Basaron sus principios de actuación en una idea sin definición, ¿puede haber algo más alienado y demente que ese concepto?. A pesar de ello, no dejó de ser relevante para el progreso occidental y el paso del mundo antiguo al moderno, a grandes rasgos. La Revolución Francesa tiene un peso histórico.
¿Y qué hay de la Izquierda Sueca? Vamos a globalizarlo mejor a la Izquierda nórdica, por sus semejanzas y sus orígenes compartidos como pueblo Vikingo (excluyamos a Finlandia). La Izquierda nórdica es altamente orgullosa en cuanto a su pasado Vikingo. Los Vikingos en algunos aspectos, y dependiendo de las zonas y de las clases, llegaron a ser altamente sanguinarios en sus conquistas. Esto es algo de lo que los nórdicos son totalmente conscientes, porque a sus antepasados no les quedó de otra que de colonizar por la fuerza (en la serie Vikingos, esto se ve muy bien). Un dato momentáneo pero imprescindible: la mayor parte de Europa era Cristiana, a excepción de los países nórdicos, que en ese momento eran Paganos. Los Cristianos tenían terminantemente prohibido comerciar con Paganos, y en los países nórdicos aun hoy, existen complicaciones por el frío a la hora de que algo crezca, de producir, es por ello que necesitan del comercio. Los Vikingos, al ver vetado al comercio con ellos por sus creencias religiosas y costumbres, se vieron obligados a saquear y a robar por la fuerza. Es decir, los nórdicos actuales, son plenamente conscientes de que sus antepasados tuvieron que actuar de una forma por el contexto histórico que vivieron. Ello no es un motivo para detestar y odiar sus pasados nacionales.
Por último, vamos a comentar un caso histórico particular, que se da en algunos países como Venezuela. Y cabe preguntarse ¿es que Venezuela no tiene pasado? Claro que lo tiene, pero por una opresión, se pretendió anular su carácter de pueblo, lo explico: todo pueblo tiene un pasado y un peso histórico, pero ocurre, que cuando un grupo privilegiado oprime al conjunto del pueblo, este grupo privilegiado pretende acabar con el sentido histórico del pueblo al que oprime. No hablo, por supuesto, en sentido de clase (que también), sino en sentido 'colonizador', en el sentido destructivo de la palabra. Chávez y Maduro repiten mucho una afirmación: 'Estamos construyendo la patria, la patria la perdimos, y ahora estamos en su construcción'. Esto es muy fácil de explicar; los pueblos indígenas no han tenido una transición histórica en evolución, sino que han vivido un salto histórico de una época prácticamente neolítica, al contexto del mundo actual, haciendo que el peso de la 'patria' no tenga la misma sustancialidad que la de los países Europeos, por ejemplo. No se me malentienda, con opresión no me estoy refiriendo al Imperio Español ni a la Hispanidad, con opresión hago referencia al gobierno de los CRIOLLOS. Los Criollos emprendieron una auténtica opresión hacia los indígenas, hacia los autóctonos y originarios, en una época bastante más contemporánea que la época de Colón, de Núñez de Balboa, de Hernán Cortés o de Valdivia, en la que los indígenas fueron infinitamente mejor tratados y considerados. Esta opresión cortó de golpe lo que la Hispanidad estaba construyendo, pasando a ser una represión hacia el indígena y pretendiendo de manera indirecta o directa, según se mire, a que perdieran su relevancia histórica y su peso en el infinito. Es por ello que ahora, desde la Izquierda Venezolana con el PSUV, se pretende crear la patria, crear la nación con la llamada 'unión del pueblo Venezolano', frente a eso que tanto les duele todavía que fue la opresión criolla. Por ello en Latinoamérica se habla de 'Izquierda nacionalista' o 'Izquierda patriótica', porque allí, el concepto 'nacionalismo' tiene una connotación sustancialmente distinta a lo que significa en Europa o en Asia. Y por supuesto, inclusive en este contexto la Izquierda tampoco comparte el odio por el pasado de la nación.
De nuevo, ser de Izquierdas no es detestar el pasado de tu país, no es hacer borrón y cuenta nueva, no es olvidar y hacer que el resto olviden lo que nuestro pueblo alguna vez logró hacer, o los errores que cometieron; la historia está ahí para que aprendamos de ella, para que la tengamos en cuenta, para no volver a repetir los errores que cometimos y para que, si hicimos algo bien, hoy lo hagamos mejor. La historia nos hace saber hasta dónde hemos llegado para conocer la legitimidad con la que hoy podemos actuar en algunos aspectos, la historia no sólo son eventos, también son nombres, legados para que hoy sepamos lo que ellos hicieron en el buen sentido y cómo hoy nosotros debemos de tratar esos hitos. La historia tiene sus partes negativas, pero también sus partes sumamente positivas y que no está mal rememorarlas y sentirse feliz por algo que se hizo bien.
La Izquierda tiene que abandonar su resentimiento tan fortuito hacia la historia Española y entender que somos otro país más con pasados, buenos y malos, y a su vez, entender que teniendo en cuenta los datos relevantes de nuestra historia, tenemos que saber situarnos en el hoy y mirar hacia un futuro. Muchos de ellos en el pasado actuaban mirando hacia el futuro, no hacia el pasado; que hoy lleguemos nosotros a mirar hacia el pasado y no hacia el futuro es una falta histórica terrible. No consiste en volver a lo que éramos, no consiste en glorificar el pasado haciendo que aún hoy nos sea relevante, cuando objetivamente ya no lo es tanto (depende de a lo que nos refiramos), se trata de entenderla, comprenderla, y que de ella venimos.