Con esta brevísima explicación, dejo claro que las políticas radicales buscan acabar con los problemas de raíz, o lo que es lo mismo: no son reformistas. Cambiar el funcionamiento del sistema no es de naturaleza reformista. Cambiar enteramente el sistema productivo no es una reforma. Son las llamadas medidas radicales. Porque actúan en la raíz del sistema.
Además, no podemos olvidar que la mayoría de la gente cuando habla de políticas radicales, sacan a la luz las joyas de la corona: una se llama Comunismo, y la otra se llama Fascismo. Bien, ahora es cuando nos toca preguntarnos a nosotros mismos, de manera honesta, y sabiendo lo que conocemos y lo que no conocemos sobre teoría política y sobre ejemplos históricos, ¿el Comunismo y el Fascismo son lo mismo? Respondamos a esta jugosa cuestión:
Sólo un ignorante se atrevería a hacer dicha afirmación política. Sólo una persona que carece de los conocimientos teóricos e históricos es capaz de afirmar que el Comunismo y el Fascismo son lo mismo, empiezo a explicar en dos apartados, el a y el b:
A) Marxismo o 'Comunismo': En primer lugar, cuando se dice que el Comunismo y el Fascismo son dos caras de una misma moneda, ya se parte de un error. El Comunismo es la etapa final de la teoría Marxista, y en él, no existe el Estado. El Marxismo consta de tres etapas para acabar con las clases sociales en el mundo: la primera es la Dictadura del Proletariado; en la cual, los trabajadores se agrupan en colectivos para acabar con la explotación laboral que ejerce la burguesía hacia el proletariado y hacia el campesinado. El proletariado elimina a la burguesía y se hace con los medios productivos que conforma el sistema de producción a niveles macro-económicos de un país. La producción está ahora manejada por la clase trabajadora y para la clase trabajadora, el sistema productivo cambia en pos de las necesidades del pueblo, no en pos de las necesidades de los ricos para sus ganancias en capital privado. La segunda etapa es la Fase Socialista: en esta etapa, la sociedad ya está controlada por los trabajadores. Se llama 'Socialismo' porque todos los medios mayores y medianos están socializados, es decir, que pertenecen a manos públicas, al Estado obrero, y porque la sociedad torna a desarrollarse en una realidad muy distinta, donde los trabajadores son los que mandan. En esta etapa la sociedad se educa poco a poco para ir perdiendo relaciones con el Estado como tal, como entidad. La burocracia desaparece y, finalmente el campesinado deja de estar sometido al proletariado para igualarse a él e interaccionar juntos, es decir, en la fase socialista, el campesinado aún se encuentra por debajo del proletariado. Una vez que la sociedad está preparada en estos valores, llega el Comunismo; una etapa en la que el Estado se extingue por sí solo, porque toda la sociedad está educada en valores igualitarios, socialmente hablando, y la burocracia es sustituida por el trabajo directo. En el Comunismo no hay clases sociales, tampoco empresas y tampoco Estado. En el Comunismo rigen los aparatos administrativos colectivos locales y un comercio justo en pos de los intereses comunes y colectivos, no privados.
Tras esta breve definición de lo que es el Comunismo, ya se entiende mucho mejor que poco o nada tiene que ver con una represión o con la Italia de Mussolini. Realmente, fuera de tecnicismos, lo que se quiere decir con que el Comunismo y el Fascismo son lo mismo, es que los países Socialistas y los Fascistas, han funcionado de igual manera, han sido lo mismo, y que no ha habido diferencia alguna entre la URSS y la Italia de Mussolini o la Alemania Nazi.
Por supuesto esto es otro argumento sumamente desafortunado y altamente desinformado.
Los valores Marxistas y los valores Fascistas nada tienen que ver, ni en la teoría ni en la práctica. Mencionemos un momento algunos aspectos de la teoría: el Marxismo es anti-capitalista, es colectivista, es revolucionario, es radicalmente democrático, es anti-imperialista, es internacionalista, es laico, es anti-racista, es pro-igualdad en derechos, es progresista, concibe que el Estado es una herramienta que sólo vale para que una clase oprima a otra, ergo el Marxismo pretende acabar con el Estado en última instancia, en su última etapa, no en las dos primeras ya explicadas. El Marxismo busca derrocar los antiguos miramientos y costumbres para dar paso a los nuevos valores solidarios y obreros. Además, es un método científico. Esto quiere decir que basa todo su desarrollo en cuestiones históricas, probadas, tangibles y lógicas. En adición, es muy importante recordar que, el Marxismo es un sistema asambleario, es decir, que funciona mediante asambleas y no mediante elecciones a partidos. ¿De qué sirven las mesas llenas de papeletas de partidos cuando es el propio trabajador el que decide a través de asambleas? Las asambleas son mecanismo de democracia mucho más directos y transparentes, ya que el voto está a ojos de todo el colectivo.
Mencionemos la teoría Fascista.
B) Fascismo: Los valores Fascistas, en cambio, son radicalmente opuestos en muchas cuestiones, veamos algunos ejemplos: el Fascismo es nacionalista. No rechaza el Capitalismo siempre y cuando actúe en beneficio del Estado Fascista. Existen oligarquías por propia naturaleza en su funcionamiento, lo que se traduce en clases opresoras y claramente, no solidarias. Es de corte imperialista, esto se traduce en que busca siempre una gloria similar a un pasado nacional que obtuvo el país, por ejemplo, el Imperio Romano. Suele ser laico. Es Totalitario, esto significa que el Estado 'obliga' o más bien, es dado a hacer que los ciudadanos coincidan con los valores del Estado para interés del mismo, argumentando justamente lo contrario, que el Estado representa los auténticos intereses de los ciudadanos, atribuyéndose la causa sin someter esa afirmación a un rigor científico, sino ideológico. Existe un sindicato llamado 'Sindicato Vertical', el cual representa los intereses del Estado en las áreas de trabajo, y no los intereses del trabajador, sirve para que los trabajadores queden aunados en ese sindicato, por el cual reciben las directrices del Estado Fascista para llevar a cabo la producción. El Fascismo es conservador y cerrado a cambios en la sociedad fuera de lo conocido o de lo que se considera 'normal' en ese momento acorde al conservadurismo. El Fascismo cree en la violencia física como terapia a las frustraciones del día a día, no se malentienda, esto no significa que las personas se agredan físicamente por la calle, sino que se aboga por un entrenamiento físico, y en grupo (este dato es el menos relevante), pero manifiesta claramente que el Fascismo no aboga por métodos psicológicos o por métodos distintos para canalizar emociones. En el Fascismo no existen las elecciones ni las asambleas, sino que es de corte dictatorial; esto significa que el Fascismo funciona desde las altas esferas, al mando de un líder o de un grupo de gobierno perenne. El Fascismo es Estatista, ello quiere decir que el peso de sus valores y acciones concuerdan con el mandato del Estado, a pesar de que exista la iniciativa privada, pero siempre acorde a los deseos del Estado.
Vemos claramente, que las diferencias entre el Marxismo y el Fascismo son abismales y bastante contrarias, salvo en leves puntos. Esto es normal, muchas políticas son comunes en algunos puntos, y claramente no por ello son lo mismo. ¿Qué puntos son comunes, o ligeramente comunes? Ambas ideologías son Estatistas en cierto modo, pero hay que insistir en que el Marxismo no tiene una visión perenne del Estado como sí el Fascismo. La interpretación que ambas ideologías hacen del Estado es completamente contraria en finalidad. Ambas son laicas. Y podemos ir parando de contar.
Ahora bien, tengamos en cuenta algo fundamental para esos que comentan que tanto en la Italia Fascista como en la URSS, el Estado está presente en todo, vamos a hablar de la figura del Estado. El Estado, como toda entidad de gestión, es corrompible y puede ser mancillada si la clase política no sabe utilizarlo o si abusa de su poder. En la Unión Soviética encontramos ejemplos donde el totalitarismo se lleva a cabo en algunas ocasiones. Esto, no tiene que ver con ideologías, sino con la naturaleza del Estado, con su funcionamiento, y con la poca cultura de transparencia que existía hace años. Stalin tuvo grandes aciertos ideológicos, pero es totalmente cierta la represión que se vivía en algunas etapas del Estalinismo. No me lo invento, son palabras de un Ruso conocido que añora la URSS, y que sus padres no podían ni hablar de política en casa, y no eran anticomunistas, precisamente. Pero este es otro tema del cual hablaremos en otro texto, por supuesto que sí.
No sólo pasa en los sistemas Estatistas, en los socialdemócratas ocurre lo mismo (entendiendo que hoy, casi todo el planeta es socialdemócrata, en términos económicos estrictos). Encontramos el caso de Islandia, cuya transparencia es envidiable; ello hace que sus políticos lo tengan demasiado difícil a la hora de corromperse, sin embargo algunos lo han logrado. En contraposición, encontramos el caso de España, México o Grecia, cuya transparencia es casi nula y su clase política es de las más corruptas del mundo. ¿Ello nos sirve para decir que los sistemas socialdemócratas son iguales? por supuesto que no. Entonces, ¿por qué decimos que los sistemas estatistas son iguales? Esto se debe a explicaciones erróneas que nos han dado desde la primera clase de historia y economía, entre otros casos.
¿Realmente la Italia Fascista y la Unión Soviética eran lo mismo? En la URSS se logró el voto para la mujer mucho antes que en muchos lugares de Occidente. En la URSS existían colaboraciones científicas con occidente y con extremo oriente para la erradicación y el estudio de múltiples enfermedades como la viruela, ya erradicada gracias all comienzo de la campaña que vio la luz desde la URSS. En la URSS la vivienda era gratuita y el Estado te pagaba por estudiar (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia lo hacen hoy en día y es viable). La URSS llegó a tener más camas de hospitales y más licenciados superiores que los Estados Unidos. La URSS logró en 40 años, transformar un sistema agrario en todo el país, en un sistema industrializado avanzado, y hasta plantar un satélite en el espacio antes que occidente. La sanidad era 100% gratuita para todos los ciudadanos soviéticos, y para los turistas siempre y cuando su padecimiento fuese grave para su salud. La URSS implantó la jornada laboral de 7 horas, 6 para trabajos cansados y hasta 4 para trabajos extremos como la minería o la industria pesada. En la URSS cuando una pareja iba a tener un hijo, la mujer podía darse de baja desde el inicio del embarazo hasta 20 meses en adelante, y con el sueldo íntegro. En la URSS se daba un mes completo de vacaciones, completamente pagadas por el Estado. En la URSS se podía contrariar al Estado sin problema alguno desde el conocimiento y en la mayoría de sus etapas, no en todas.
En contraposición, en la Italia Fascista la mujer tenía un papel secundario en la vida pública y cívica. Los no-nacionales eran considerados meros turistas o ciudadanos de segunda categoría con respecto al Italiano. El racismo estaba justificado. El conservadurismo era aplicado a todas las esferas de la sociedad y la educación, afectando a los más pequeños para convertirlos en 'super hombres'. La Italia Fascista, acorde al Fascismo, pretendía cambiar al ser humano y transformarlo en algo superior a lo anteriormente conocido, quería conseguir un hombre de élite que centrara su propia cultura y empleara todo su vitalismo en ello. No se podía contraria al Estado.
Tras algunos breves ejemplos, queda más que constatado que el Marxismo y el Fascismo no es lo mismo.
Debemos acostumbrarnos a hacer un ejercicio intelectual, y que aporta bastante salud; y es reconocer lo que se sabe, y lo que no se sabe. Se debe de pensar y reconocer, que si no se conocen bien las diferencias ideológicas, teóricas y éticas de cada sistema radical, lo mejor es no decir absolutamente nada. También debemos de tener claro, que las ideas políticas han de ser estudiadas, leídas, y no juzgadas por lo que nos cuentan en la actualidad. Es muy fácil ser liberal o socialdemócrata, y meter en el mismo saco a todas las ideas estatistas o que rechacen el sistema de libre mercado, tacharlas de lo mismo y pensar que el problema está solucionado.
No está solucionado, y el motivo es simple: los estudiosos, los analíticos y las personas que entienden realmente las ideologías, son las que algún día llegarán lejos en política y tendrán la oportunidad de implantar el sistema que comparten, crea la gente lo que crea. Ellos llegarán lejos debido a su experiencia y su entendimiento, sus teorías y sus ejemplos, y ellos serán los responsables de transformar la sociedad porque conocen lo que pretenden hacer.
La solución es la misma de siempre, debemos estudiar y debemos saber el significado de las cosas, si no queremos que alguien más listo nos manipule con definiciones, apoyándose las manipulaciones y tergiversaciones que nos han hecho ver desde las tempranas clases en nuestros centros de estudio.
El Marxismo y el Fascismo no son dos caras de una misma moneda. Son dos teorías políticas muy contrarias entre sí, salvo por lo común de la utilización del Estado para conseguir sus fines. ¿De verdad que la utilización del Estado es suficiente para considerar a dos ideas caimanes de un mismo charco, dejando de lado el 99% restante de la ideología?